Navarra
El edificio pretende responder formalmente con economía de medios al programa que alberga y a su configuración interior. Así, en la composición se distinguen claramente la planta baja, destinada a acoger diversos usos de apoyo a los apartamentos y de servicio dotacional al barrio, de las plantas elevadas que son las que contienen los apartamentos propiamente dichos.
Atendiendo a sus usos, la planta baja se hace muy transparente, mientras que el volumen que contiene los apartamentos y gravita sobre ella se aligera mediante el recurso a un acabado superficial de aluminio blanco; en contraste, las partes ciegas de la planta baja se terminan en hormigón visto.
El orden repetitivo que impone la distribución de los apartamentos en las plantas elevadas se difumina un tanto con la introducción de ligeras vibraciones en la introducción de los huecos de fachada. Los balcones que se añaden a cada apartamento se convierten en los únicos elementos plásticos de la composición de las fachadas, su presencia multiplica el efecto de la vibración de los huecos y las sombras que producen garantizan, en su continuo movimiento, un efecto dinámico que anima la composición.
Por otra parte, la presencia de un hueco vertical sobre la entrada que responde a la configuración interna de las circulaciones, contribuye a fragmentar el volumen, permitiendo una lectura visual del conjunto como formado por dos bloques ortogonales. Una grieta similar se produce en el encuentro con la medianera sobre la salida de emergencia de la planta sótano, articulando el límite del edificio con el resto de la manzana.
El resultado es una composición abstracta, rematada por una cubierta metálica, con un volumen aligerado por su superficie de aluminio blanco y animado por el juego un tanto caprichoso de las losas de los balcones que identifican los distintos apartamentos.
En el interior, el vacío que corresponde al patio se ve circundado por las galerías de circulación que se esconden intermitentemente tras biombos de U-Glas para proteger la entrada a los apartamentos, mientras que la medianera diagonal de la manzana se trata vegetalmente mediante enredaderas; el volumen que contiene la circulación vertical se aloja en el ángulo del patio, singularizándose de manera discreta en la composición.